martes, 23 de noviembre de 2010

Vino Mariani y Coca-Cola (o la Industria legal de la Cocaína)

Cuéntame como pasó...:

   Si bien la cocaína no alcanzó una importante relevancia como medicamento, si logró un enorme éxito "terapéutico" con su inclusión en multitud de "elixires milagrosos" que se vendían, en la época del cambio de siglo, por sus propiedades energizantes y vigorizantes.

    El más famoso de todos fue el desarrollado por el químico y farmacéutico corso Angelo Mariani (al que vemos en la foto), quien elaboró un vino con extractos de hoja de coca, patentado como "Vino Mariani", y al que cabe el dudoso honor de fundar, en 1863, la primera gran industria basada en la coca; con la que ganó una inmensa fortuna. Tal fue el éxito de este vino, que Mariani fue condecorado por el Papa León XIII por sus méritos en pro de la humanidad, y pronto se convirtió en el favorito de muchas celebridades de la época: William McKinley, Émile Zola, Paul Verlaine, Sigmund Freud, Louis Blériot, José Martí, Ulises Grant, Jules Verne, Thomas A. Edison, Alexandre Dumas, Louis y Auguste Lumière, Henrik Ibsen, Sarah Bernhardt, Robert L. Stevenson, Anatole France, Zadoc Khan, Jean Charcot, el Príncipe de Gales, la reina Victoria, el zar Alejandro II, Alfonso XIII, el Sha de Persia, etcétera.






















   La versión española del vino de coca era conocido como "Tónica Kola", se elaboraba principalmente en Aielo de Malferit (población al sur de la provincia de Valencia) desde 1880 hasta 1953, año en que la empresa vendió la marca a Coca-Cola cuando la multinacional se instaló en España.

   En los EE.UU., donde el alcohol no gozaba de buena reputación en un amplio sector de la sociedad, un boticario de Georgia, John Styh Pemberton (en la foto inferior) vendía en su tienda, a título de medicamento, un licor básicamente pensado para el dolor de cabeza y fines tónicos. Registró en 1885 el producto, amparándose bajo la marca French Wine of Coca, Ideal Tonic, con la evidente intención de aprovechar el surco abierto por el Vino Coca Mariani, aunque con la inexactitud de indicar en el nombre coca y no cocaína. Un año más tarde —cuando empezaban a alzarse voces pidiendo la Ley Seca— realizó modificaciones decisivas, suprimiendo el alcohol, añadiendo extracto de nuez de cola (que contiene cafeína) y esencias de agrios para realzar el gusto. Teniendo ya una amplia clientela local, comenzó a anunciar el producto como «la bebida de los intelectuales y los abstemios», y en 1885 sustituyó el agua ordinaria por agua gasificada.

   Acababa de consolidarse la Coca-Cola propiamente dicha, cuyo éxito permitió a su inventor vender la patente en 1891 a otro boticario, A. Grigs Candler, fundador de la Coca-Cola Company. Candler tenía una fe absoluta en su brebaje y lo promocionó como «remedio soberano» y «bebida desalterante», con una publicidad jamás vista antes para ningún producto de farmacia, que pronto hizo de la botella y el rótulo algo muy familiar para cualquier americano.
   También se le ocurrió servir la bebida fría con una espita como las de cerveza, y el soda fountain que manaba Coca-Cola se convirtió en el soporte básico de una institución social como el drugstore americano, transformándolo en establecimiento donde se vendían toda suerte de otras cosas, no menos que lugar de reunión para adolescentes.

Continuará...

2 comentarios:

  1. Me parecen muy curiosas estas hisotirias sobre como han ido evolucionando las creencias y las formas de consumo de este tipo de sustancias.
    No dejo de sorprenderme, igual que cuando me enteré de que Freud, el padre del psicoanálisis(al cuál citas en esta entrada), era un consumidor habitual de cocaína e incluso se la recomendaba a sus pacientes.

    Esperando con interés la continuación de esta entrada ;)

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  2. Qué historias tan interesantes...
    No es de extrañar que el vino Mariani tuviese tantos adeptos dada la composición del mismo, jeje, "traguico pa dentro y todos tan contentos" :)

    Saludos.

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